La saga de Depredador resurgió de las cenizas hace unos años con Depredador: La Presa (Prey, 2022), un back to basics con una convincente protagonista, un leal compañero canino, una especie de western y un letal yautja como villano. Desafortunadamente, Disney confinó el estrenó a streaming para tentar las aguas. Desde entonces, Alien volvió a explotar, y todo parece conducir a otro esperado crossover —que esperemos que ahora sí se haga bien—. Pero antes, la franquicia de la raza guerrera vuelve con dos proyectos: un nuevo largometraje —Depredador: Tierras Salvajes (Predator: Badlands, 2025)— que sí llegará a salas y una cinta animada, que es la que nos ataña en esta ocasión.
Depredador: Cazador de Asesinos (Predator: Killer of Killers, 2025) puede verse como un puente para la siguiente entrega live action y nos da una idea de la dirección que tomará ahora este universo. A modo de una antología al estilo Love, Death & Robots (2019 – ), esta colección de episodios nos permiten ver a tres distintos yautja combatiendo con guerreros humanos a través de las épocas. Estos cortos de veintitantos minutos se convierten brevemente en la materializacón de los sueños húmedos de los fans: ¿un depredador luchando cuerpo a cuerpo con un shinobi y con una vikinga? “¡Tengan todo mi dinero!”.

Es cierto que la originalidad no destaca en estos episodios, aunque la manera en que recorre lugares comunes de varias representaciones históricas le sienta bien a lo que significa la marca. El primero, por ejemplo, se emparenta bastante con El Nombre del Norte (The Northman, 2022); vamos, la venganza emerge como su núcleo temático. El segundo, el mejor de todos, es como una reinterpretación de Samurái de Ojos Azules (Blue Eyed Samurai, 2023 – ) y Shōgun (2024 – ) con un guerrero alienígena de por medio. El tercero, el más débil, funciona como una especie de Pearl Harbor (2001), en donde vemos al villano derribando aviones de la Segunda Guerra Mundial desde su avanzada nave. Aunque la narrativa es irregular, la expansión del universo, mostrando nuevas herramientas de los yautja, lo compensa un poco.
El epílogo, muy a la Gladiador (Gladiator, 2000) y el segmento en Giedi Prime de Duna: Parte Dos (Dune: Part Two), tampoco es lo mejor de Cazador de Asesinos, principalmente por el protagonismo de uno los personajes más irritantes de la película y sus constantes intervenciones de alivio cómico; sin embargo, los momentos de acción no decepcionan, sobre todo con la introducción de otro tipo de yautja. Y claro, la escena final resulta hasta ahora el indicio más claro del próximo rumbo de la saga, revelando incluso más posibles detalles de la trama de Tierras Salvajes.

Con una animación que evoca a la del Spider-Man: Un Nuevo Universo (Spider-Man: Into the Spider-Verse, 2018), tanto en la velocidad de los fotogramas como en el estilo visual, y sin olvidar el g0re tan característico de esta propiedad, Cazador de Asesinos consigue superar varios de sus tropiezos narrativos para alzarse como una más que decente reintroducción al brutal universo de Depredador. Explorando temas como el honor, la perseverancia y la lealtad, el director Dan Trachtenberg logra vincularlos con la esencia indomable y combativa de la criatura titular.
Depredador: Cazador de Asesinos está disponible en Disney+.