Si bien el Universo Cinematográfico de Marvel revolucionó la adaptación del cómic al tratar de emular su dinámica y generando la sensación de que estos superhéroes realmente comparten el mismo tiempo y espacio, la ausencia de personajes clave solamente ha dado vuelo a nuestra imaginación al visualizar propiedades como las de los X-Men y los Cuatro Fantásticos interactuando con los Vengadores. Afortunadamente, hace unos años ocurrió lo impensado, Spider-Man, una de las más celosas propiedades de Sony, finalmente compartiría créditos con Iron Man, el Capitán América y demás como parte de un increíble acuerdo que conmocionó a la industria fílmica. Esto, por supuesto, significaría un nuevo reboot del personaje, quien en esos instantes yacía moribundo producto de un par de mediocres películas. Pero ¿quién iba a pensar que la tercera adaptación sería la mejor de todas? Como bien lo dice su título, De Regreso a Casa es una grandiosa bienvenida al arácnido y una sólida cinta de superhéroes que le hace honor a uno de los personajes más reconocidos de la cultura popular.
A excepción de Loki y el Soldado del Invierno en primer instancia, los villanos del Universo Cinematográfico de Marvel han estado marcados por la unidimensionalidad y un nulo desarrollo. De Regreso a Casa nos entrega finalmente a otro antagonista memorable cuyos motivos resultan convincentes y pertenecientes a un contexto que se asemeja a la realidad. Si bien tener a un actor que vive un resurgimiento como Keaton es un gran avance, el Toomes que encarna nos recuerda al pequeño emprendedor que es devorado por las fauces del capitalismo y los intereses de las grandes compañías. Su resentimiento es entendible. No se trata de algún científico loco que quiere destruir la ciudad, sino más bien de un hombre común que encontró una extraordinaria manera de proveer a su familia. Sus métodos son cuestionables, pero resulta difícil poder juzgar a alguien a quien le arrebataron una oportunidad injustamente.
Algo sumamente raro para una película de Marvel es la ausencia de rimbombantes secuencias de acción. Si bien esta sigue la misma estructura con algunos espectaculares momentos, donde los efectos especiales brillan en demasía, y una batalla final con el villano, el porcentaje de estas escenas es notablemente menor al del resto. Por supuesto, esto no demerita para nada a la cinta; al contrario, los personajes tienen más espacio para desarrollarse y el drama fluye con una tensión inusitada en el género. Basta con mencionar ese gran giro cerca del final que le añade un toque muy especial a la historia; con este, el conflicto se vuelve sumamente personal para Peter.
El humor es quizá la mejor arma del filme. Ninguno de los chistes parece forzados e incluso los escritores se han dado el lujo de burlarse de la misma esencia del personaje haciendo eco a uno de los instantes más icónicos en una película de Spider-Man.
De Regreso a Casa es sin duda alguna una de las más finas producciones de las que Marvel ha estado a cargo. En ella, el estudio nos presenta a otro imperfecto superhéroe que, a pesar de que sus aliados y enemigos en repetidas ocasiones le recuerdan que no entiende cómo funcionan las cosas en el mundo real, al final lograr salir adelante haciendo sus propios sacrificios y comprendiendo que la figura heroica va más allá de usar un traje. Enhorabuena por Marvel en devolverle esa gracia a la cinta de superhéroes, la cual cada vez se va diluyendo más debido a la excesiva repetición de la fórmula. E igualmente por concebir una película incluyente con un elenco muy variado y a quienes indudablemente querremos ver de vuelta en la secuela.