Hannibal
Gotham
Blindspot
Minority Report
Minority Report sigue en una caída libre que cualquier sin tener los dones de un precog pudo anticipar desde el comienzo.
En el episodio “Fredi”, Dash y Vega se disponen a resolver (oooo)otro de las fatales visiones del primero. En su búsqueda rápidamente dan con los involucrados en el homicidio, en donde, sorpresivamente para nadie, nada es lo que parece. Dash pronto se involucra románticamente con Fredi, la supuesta víctima, quien confía ya en él a pesar de ser un extraño tipo que se metió a una fiesta privada sin invitación, además de que la fue acechar a su trabajo. Mientras, Vega muestra celos de este acercamiento, porque claro, era cuestión de tiempo para que uno de los dos nos diera una pista de la ridícula relación amorosa a la que se dirigen.
Al final, la visión resultó ser (como siempre) vista desde una perspectiva que en realidad no es la real, pues el supuesto asesino fue revelado como la víctima, mientras que Fredi pasó a ser la victimaria con una motivación sumamente estúpida. ¿Matar a alguien por haber estado con la drogadicta de tu hermana la noche en que murió de una sobredosis? ¡Por favor!
Y sí, la serie continúa exaltando los senos y trasero de Vega en cada toma posible. Más vulgar, imposible.
American Horror Story: Hotel
Y concluimos con AHS: Hotel, la cual tuvo una ligera mejoría con respecto a la semana pasada.
Entre las revelaciones más importantes nos enteramos del origen del hotel, construido por un maniático que parece haber salido de las películas de Hostal con una fascinación por el sadismo. ¿Alguien más soportó el acento de Evan Peters? También se ahondó un poco más en el paradero del hijo del detective Lowe, quien se encuentra en el mismo edificio convertido ahora en un pequeño chupasangre con una cabellera sumamente estrafalaria.
Este último capítulo desarrolló una atmósfera ochentera muy marcada y evocando nuevamente a cintas como The Hunger. La sutil música de fondo y el ritmo semi lento de las secuencias son las características que lo confirman. Aunque por momentos logra cautivar a uno, el letargo se hace evidente durante grandes lapsos, y si a eso agregamos las exageradas actuaciones de la mayoría, uno termina por acabar un poco harto al final.
Lady Gaga continúa haciendo de las suyas protagonizando las escenas más eróticas del episodio. Su personaje, Elizabeth, construyó ahora un triángulo amoroso con un modelo local al cual convirtió en la especie de vampiros a la que pertenecen. Cabe mencionar que no se trata de unos convencionales, Ryan Murphy y su equipo le han dado una innecesaria vuelta al mito una vez más al crear unos seres glamourosos, egocéntricos, nihilistas y sumamente apuestos. Son también una especia de comunidad que roba niños para convertirlos en sus pequeñas mascotas.
El gran problema de AHS sigue siendo la presentación de más personajes y el poco desarrollo de cada uno de ellos. No es posible que en más de una hora de duración todavía conozcamos muy poco sobre cada uno. La alternancia del protagonismo no da pie a que ninguna de las figuras clave comience a afianzarse. De igual manera, Murphy tiene que encontrar una justificación para lo grotesco de sus situaciones, no simplemente por el hecho de serlo.
Por último, que los asesinatos que Lowe investiga estén relacionados con los Diez Mandamientos nos recuerda inevitablemente a Seven. ¿Se tratará de un homenaje o solo una copia con una pobre variación?
Y cuidado para todos los que usan Tinder, no vayan a caer víctimas de un apuesto vampiro en potencia como el pobre hipster de este capítulo.