American Horror Story: Hotel
Gotham
Blindspot
Minority Report
Los sucesos se llevan a cabo años después de los de la película. El programa de Pre Crimen ha sido cerrado y los precogs, los individuos dotados que podían anticipar un crimen que ocurriría en la redonda, fueron liberados y escondidos por su propia seguridad. Dash (Stark Sands), el más joven de ellos, no ha querido mantenerse asilado y ha decidido reintegrarse a la sociedad con el fin de ayudar a quienes le necesiten usando su increíble don. Es así como conoce a la detective Vega (Meagan Good), quien pronto se da cuenta de quién es y lo enlista en secreto para prevenir todo tipo de horribles crímenes.
Minority Report debe ser claramente una de las peores nuevas series allá afuera en estos momentos. Con tristes actuaciones, un diseño de producción sumamente pobre y anticuado y personajes tan patéticos como predecibles, la emisión está cavando su propia tumba desde el comienzo. Usando también el formato de “Monstruo de la semana”, cada capítulo ve a Dash y Vega resolviendo los crímenes antes de que sucedan. Los escritores también se aprovechan del recurso de la pareja dispareja; Dash es inocente, torpe y bondadoso, mientras que Vega es intrépida, habilidosa y hasta manipuladora. El problema es que la química es inexistente, no hay ningún tipo de vínculo entre ellos y lo más probable es que eventualmente desarrollarán una relación amorosa para variar. Por si fuera poco, la sexualización de Vega trata de acaparar cada segundo la pantalla al punto de resultar vulgar.
Fox ya ha mermado la cantidad de capítulos para la primera temporada, lo que significa que su cancelación podría llegar antes que el final de la misma.
Hannibal
Y por último, pero no menos importante, tenemos los capítulos finales de la tercera temporada de Hannibal, probablemente la menos buena de todas.
En los primeros episodios, los acontecimientos transcurrieron en Florencia, Italia. Will Graham (Hugh Dancy), obsesionado por encontrar al Dr. Lecter (Mads Mikkelsen), siguió su rastro hasta esta ciudad, donde no solo finalmente lo encontró, sino también varios vestigios del oscuro pasado de su alguna vez amigo. Tras haberse salvado de la sed de venganza del desfigurado Mason Verger (Joe Anderson), Hannibal fue aprehendido y Graham relevado merecidamente de una gran carga.
Esta última parte se centra en Francis Dolarhyde, el Dragón Rojo, otro asesino serial con una extraña fijación oral y un severo problema de personalidad. Al toparse con los crueles asesinatos a cargo personaje, Jack Crawford (Laurence Fishburne) recluta una vez más a Will para poder atraparlo. Aunque renuente a internarse una vez más en una oscuridad en la que se sumió una vez, este último acepta el trabajo, no sin antes recurrir a Hannibal para poder moldear con exactitud el perfil del asesino.
La semana pasada, Graham se encontró finalmente con Dolarhyde durante ese icónico momento en el que se come, literalmente, el boceto de William Blake, su más insana fascinación. Al no ser rival para Will, Dolarhyde fácilmente escapa.
La primera parte de esta temporada trajo consigo los peores capítulos de la serie. Pretenciosos, redundantes y hasta aburridos, estos se sumieron en un gran letargo solo llevadero por los enormes recursos visuales a los que la creación de Bryan Fuller nos tiene acostumbrados. Desafortunadamente, los simbolismos y las hermosas tomas no fueron suficiente esta vez y la pequeña saga italiana fue todo menos memorable.
Los últimos capítulos regresaron en cierta medida a los orígenes, con un Will relativamente sano, pero todavía perturbado, volviendo a las escenas de los crímenes y empleando su habilidad empática una vez más para meterse debajo de la piel de los asesinos. Mientras, Hannibal, encerrado, ha encontrado la forma de comunicarse con Dolarhyde para poder guiarlo en su “transformación”. La escena en la que hablan por teléfono representada como una terapia de su época como psicólogo es sencillamente fascinante. Como si fuera su paciente, Hannibal le suministra las herramientas mentales necesarias para poder llevar a cabo su gran tarea. La inclusión de Richard Armitage como el Dragón Rojo ha sido lo mejor de la temporada y es su interacción con cada uno de los personajes los puntos más altos de cada episodio. Destacado también el momento en que lleva a su novia ciega, Reba (Rutina Wesley), a tocar el pelaje de un tigre de bengala. Su conexión sensorial queda de manifiesto con una toma bellamente compuesta. Esplendoroso.
La nueva aparición de Bedelia Du Marier (Gillian Anderson) también es de llamar la atención. Finalmente se ha revelado todo el incidente en el que un paciente suyo (¿Se fijaron que era Zachary Quinto?) murió de manera accidental y es a través de otra conversación que sostiene con Will que ya podemos asegurar conocer a Bedelia por completo. Su concepto de la violencia y de lastimar en vez de ayudar será decisivo para que Graham pueda detener a Dolarhyde. Ya una vez fracasó queriendo asistir a Hannibal, lo más sensato ahora sería “aplastar” al nuevo asesino.
¿Tendremos un digno final para esta gran serie? Solo tres capítulos más para descubrirlo.