No hace mucho, Jordan Peele irrumpió en el cine de terror con ¡Huye!, una de las cintas más originales del género de los últimos tiempos. Haciendo referencias sociales sumamente pertinentes y dotando a su obra de una conciencia casi inusitada, el director no solo ganó un Óscar, sino que en breve se convirtió en una figura gracias a su talento poco convencional. Por esta razón, su siguiente esfuerzo llegaba antes de lo pensado y ante una enorme expectación: ¿podría repetir el éxito de una de las mejores películas de horror del Siglo XXI? La presión era demasiada, y tal parece que Peele no pudo con ella, pues Nosotros, su nuevo trabajo, presenta claramente una mayor ambición, pero pocos argumentos y hasta cierta confusión al momento de ejecutarlos.
En Nosotros, Peele se muestra más ambicioso. Su nueva cinta trata de abarcar distintos temáticas que afectan a la sociedad hoy en día, y no solo desde el punto de vista racial. La crítica del director va dirigida ahora hacia ese sistema de clases que domina el mundo occidental, aquel en el que unos viven arriba; y otros, abajo. No hay duda de que este tiene un punto con su discurso; sin embargo, las cosas se ponen muy literales desde el comienzo. Sería demasiado revelar de dónde vienen los dobles que acosan a la familia de Adelaide, pero las metáforas, como esta de su origen, no tienen demasiada profundidad, por lo que la reflexión resulta un tanto innecesaria. En pocas palabras, Peele no deja al espectador llevarse sus propias conclusiones.
La fusión de terror y comedia desplegadas en ¡Huye! está de vuelta, pero sin la gracia y naturalidad que caracterizaban a su ópera prima. Los niños y Duke son quienes protagonizan algunos de los momentos supuestamente divertidos de la película, pero casi ninguno de estos funciona. La comedia en esta ocasión se limita a malos entendidos y referencias forzadas. El terror, de igual, forma se muestra sumamente dependiente de varios clichés y no en la traumática situación que están viviendo sus personajes. Resulta muy decepcionante darse cuenta que Peele no ha estado a la altura de sí mismo esta vez. Su talento permanece intacto, pero el exceso de contenido y la obsesión por abarcar demasiado en tan poco tiempo hacen de Nosotros algo vulnerable y confuso.
Aun así, esta película emerge con ideas que superan a cualquier otra regular del género. La tortura a la que son sometidos Adelaide y su familia durante los primeros instantes de su encuentro con los dobles hacen hincapié en aquel horror de convertirnos en presa fácil en nuestro propio espacio, uno que ha sido invadido con una pavorosa facilidad. Funny Games, por supuesto, nos viene a la cabeza inmediatamente. La violencia se desborda al por mayor, pero los dobles no son los únicos que hacen uso de ella. Después de los ataques, Adelaide y los suyos debaten sobre quién está mejor capacitado para enfrentarlos después de hacer un conteo de los que ha matado cada uno. En distintas escenas, cada uno de los integrantes de la familia se dejan llevar por una sádica euforia que los propulsa a seguir adelante. Esa violencia estuvo dentro de ellos todo este tiempo, aunque nunca lo hubieran imaginado.