Después de un largo día, quedaban todavía la mitad del festival por delante. Con más bandas por ver, más kilómetros qué recorrer y mucho más diversión a la vista, era momento de continuar.Jake Bugg
Es una lástima que haya llegado tarde al escenario Capital para poder presenciar el acto del joven Bugg, uno de los músicos más aclamados del último año.
Para ser uno de los shows tempraneros, impresionante resultaba el número de personas que se encontraban disfrutando de su concierto. No cabe duda que su popularidad sigue en aumento y que a pesar de su corta edad, el futuro pinta muy bien para el chico inglés.
Fue justo después de la interpretación de “Broken” que pude tomar mi lugar entre la maravillada multitud. El talento de Bugg tenía muy contenta a la gente. Con solo una proyección de su sencillo logo, un baterista, un músico más en escena, Bugg estaba poniendo a bailar a todos sus fanáticos con más temas de su álbum debut como “Taste It” y “Two Fingers”.
Cambiando constantemente entre sus guitarras acústicas y eléctricas, era evidente que el inglés estaba un poco abrumado por la gran convocatoria que había generado. Casi estático en el escenario, Bugg se dedicó a cantar y tocar exclusivamente.
Tras tocar su más reciente sencillo, “What Doesn’t Kill You”, el joven músico se despidió con uno de sus mejores temas, “Lightning Bolt”, el cual fue calurosamente recibido por el público. Desde muy temprano ya habíamos tenido una de las mejores presentaciones de la jornada.
A destacar: la gran multitud que se dio cita para verlo y su maestría con la guitarra.
Portugal. The Man
Unos minutos después tocó el turno a Portugal. The Man de presentarse en ese mismo escenario. La vara estaba alta, superar lo que Bugg había hecho anteriormente sería muy difícil y en efecto, la banda de Portland apenas y pudo sostener su acto, le había quedado muy grande el escenario.
Con mucho menos público, los estadounidenses tomaron sus lugares empezando en buena forma con temas como “Purple Yellow Red Blue”, “Evil Friends” y “All Your Light (Times Like These”; después, la banda se perdió en sí misma y la gente dejó de prestarles atención.
Sus siguientes cinco temas provocaban una reacción casi nula entre el público. Aunque parecía que se esforzaban bastante por dar un show, es difícil poder encontrar algo en este que realmente haya valido la pena.
“Creep In A T-Shirt”, canción con la que cerraron su acto, volvió a hacerlos brillar un poco; sin embargo, ya era demasiado tarde, Portugal. The Man había dado una de las presentaciones más grises del día.
A destacar: solamente los primeros 3 temas, nada más qué decir.
Jimmy Eat World
Jimmy Eat World sufrió del mismo mal que Portugal. The Man. Aunque los también estadounidenses estaban en un escenario más acorde para ellos y tuvieron un poco más de tiempo y audiencia, estos no ayudaron del todo a su show, el cual cayó en un letargo prolongado que solo tuvo algunos altos durante casi 40 minutos de duración.
Si bien la banda tuvo una época de oro varios años atrás, su sonido ahora parece un tanto fuera de contexto. Varios de los presentes entre la multitud disfrutaron de la totalidad del concierto, pero resulta difícil creerlo, no había nada en el escenario que impresionara realmente.
Me parece que los únicos temas de Jimmy Eat World que realmente funcionaron y que levantaron a la gente fueron aquellos del disco Futures, quizá el mejor del grupo. “Futures”, “Pain” y hasta “Work” fueron los momentos que sí alcanzaron a cumplir con su cometido. Lo demás, fue relleno, diría yo.
Aunque “Bleed American” daba indicios de que realmente había una banda tocando, fue hasta que sonó “The Middle” que por fin podíamos notar algo más de vida. Desafortunadamente, su presentación ya había terminado.
A destacar: absolutamente nada.
Miles Kane
Afortunadamente, Miles Kane sería el encargado de traer de vuelta la emoción al festival después de un par de actos francamente muy débiles.
Enfundado en una playera de la selección mexicana, Kane saltó al escenario acompañado de su banda completa. Con su nombre en grande en la pantalla que estaba detrás de él, el inglés se mostró sumamente emocionado de tocar en México entregando un set lleno de rock n’ roll altamente entretenido.
A diferencia de Bugg, cuyo sonido se asemeja más un estilo estadounidense, Kane despliega toda la esencia del rock inglés en su música. Temas como “Rearrange”, de los más coreados y “Taking Over” demuestran su gracia y talento. Además de tocar muy bien, Kane es también un excelente frontman que sabe cómo tratar al público y desenvolverse se manera plena en el escenario.
El show tuvo grandes momentos. Uno de los mejores fue quizá “Give Up”, la cual alargaron de una manera considerable e introduciéndole formidabelmente un extracto del tema “Sympathy For The Devil” de los Rolling Stones. Excelente fue también la interpretación de “Don’t Forget Who You Are”.
Es una lástima que no haya podido presenciar el momento en el que tocaron “Inhaler”, sin duda debió haber sido el punto más emocionante de su show.
A destacar: el carisma de Kane y el momento en el que tocó “Give Up” y “Rearrange”.
Vampire Weekend
El escenario Capital estaba ya a reventar minutos antes de la presentación de Vampire Weekend. Aunque los neoyorquinos son sumamente populares, era más que obvio que gran parte del público estaba ya ahí para poder alcanzar un mejor lugar para la posterior presentación de los Arctic Monkeys.
Ezra Koenig y compañía llegaron finalmente al festival un poco después de la hora pactada. Con las distintas flores que adornan el arte de su último álbum como fondo en su pantalla en todo momento, Vampire Weekend comenzó el show con uno de sus temas más movidos, “Cousins”.
Gracias la corta duración de la mayoría de sus temas, la banda pudo ofrecer un set un tanto extenso conformado por casi una veintena de todos sus éxitos y buena parte de su tercer disco, el cual promocionan actualmente.
A mi parecer, Vampire Weekend tocaron muy bien y nos regalaron hermosas interpretaciones de temas como “Horchata”, “Ya Hey” u “Oxford Comma”; sin embargo, hubo dos factores que no les ayudaron del todo. Primero, la gente nunca pareció emocionarse del todo, apenas y coreaban algunas de sus canciones. Segundo, el escenario pudo haberles quedado grande. Aunque sonaban muy, muy bien, el impacto sonoro no parecía trascender del todo, diría que faltó un poco más de fuerza en su ejecución. Quizá un escenario como el Corona Light hubiera sido más adecuado para ellos.
El grupo recorrió toda su discografía tocando temas como “A-Punk”, de las que más reacción generó; “Step”, de las mejores interpretaciones y “Giving Up The Gun”, extraída de Contra, su segundo álbum de estudio.
Es en verdad una lástima no haber podido apreciar a Vampire Weekend en todo su esplendor, ojalá sea en la próxima ocasión.
A destacar: “Step” y “Ya Hey”.
Arctic Monkeys
Por fin, una de las bandas más esperadas del festival hacía su aparición en el mismo escenario. Vestidos de manera muy formal, a excepción de Matt Helders, baterista, quien iba de una manera muy casual, los Arctic Monkeys entraron a escena con una gran A y una M detrás de ellos como apoyo. Segundos después, los primeros acordes de “Do I Wanna Know?” comenzaron a sonar desatando la locura de todos los fanáticos.
¿Qué puedo decir de los Arctic Monkeys? De las 4 veces que he tenido la oportunidad de verlos, esta sin suda ha sido la menos emocionante de todas. ¿Mis argumentos? Parecía que todas sus viejas canciones habían sido acondicionadas para sonar mucho más lento y más acorde al sonido de su último álbum, lo cual no es malo, pero, ¿era realmente necesario? La gente, nuevamente, a pesar de haber estado ahí desde temprano para verlos, tampoco pareció haber explotado del todo, al menos la que me rodeaba.
“Brianstorm”, “Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair”, “Crying Lightning” “Reckless Serenade” y “Pretty Visitors” fueron las más grandes decepciones del set. Me resulta impresionante el gran cambio que tuvo la banda desde su última visita a México hace más de un año. En esa ocasión, el show fue realmente devastador e intenso, nada qué reprocharles. Ahora, pudimos ver a unos Arctic Monkeys más maduros, sí, pero con poca intensidad.
Si bien es verdad que Alex Turner se ha convertido en todo un gran frontman, me parece que el ímpetu y despreocupación que los caracteriza hasta hace unos años ya ha quedado atrás. Ahora, Turner incluso deja la guitarra en varios momentos para dedicarse exclusivamente a cantar. Se mueve muy bien en el escenario, pero queremos verlo siempre con guitarra en mano, o al menos esa es mi opinión.
Los mejores temas, además de la mayoría de las que tocaron de su nuevo disco, fueron “Do Me A Favour”, “Fluoresecent Adolescent” y “Old Yellow Bricks”, todas del mismo álbum, curioso. De las nuevas, me quedo con “Arabella” y “R U Mine?”, quizá el momento cumbre de la noche.
Para el gran final, como es una costumbre, Arctic Monkeys regaló a su público “505” con nada más y nada menos que Miles Kane a cargo de la guitarra. Debo admitir que aunque Turner no tocó, la incorporación de Kane fue más que bienvenida y ayudó a que el concierto terminara de una manera digna. Al final, el líder de la banda aventó al público su peine con el que se arregló el cabello segundos antes dando así por terminado su show.
A destacar: el encore.
Queens Of The Stone Age
Y finalmente, la banda que todos esperaban a que hiciera su aparición en México de una vez por todas. Mientras las pantallas mostraban un vidrio rompiéndose, la gente ya esperaba impaciente. Segundos después, Josh Homme apareció acompañado de toda su banda ante el júbilo de los miles de fanáticos que ya aguardaban sus primeros acordes. “You Think I Ain’t Worth A Dollar, But I Feel Like A Millionaire” fue la encargada de abrir el set del primer concierto de Queens Of The Stone Age en nuestro país.
Sí, no hay duda que la presentación de esta banda fue de las mejores en todo el festival; sin embago, hubo algo que le restó fuerza e impacto. Por casi media hora, parecía que el sonido no estaba al nivel requerido, la primera parte del set sonaba muy bajo y daba la impresión de que no todo estaba sonando. Fue una lástima que canciones como “No One Knows” o “The Lost Art Of Keeping A Secret” no hayan sonado tan impactantes como se esperaba.
Cerca del la mitad del concierto, el sonido pareció tomar más volumen y ahora sí podríamos disfrutar de Queens Of The Stone Age como se debía.
Homme habló con el público en distintas ocasiones. Decía sentirse muy bien de haber estado en México y que también ya habían intentado venir varias veces, pero que algo siempre se ponía en el camino tirando en último momento sus planes.
Los temas de su último álbum fueron sencillamente espectaculares. “My God Is The Sun”, “I Sat By The Ocean” e “If I Had A Tail”, increíbles. “…Like Clockwork” fue un momento de relativa calma pero sumamente hipnotizante gracias a la voz de Homme y el acompañamiento de Fertita en el piano. El combo “Smooth Sailing” y “Make It With Chu”, uno de sus clásicos, fue también uno de los mejores momentos del show.
“Mexicola” y “Burn The Witch” fueron las sorpresas de la noche, estos temas no suelen aparecer tan seguido en sus sets. Con la gente coreando en todo momento, aunque relativamente calmados, la banda entregaba ya una excelente presentación.
Al igual que Phoenix, Queens Of The Stone Age ofrecieron los mejores visuales que pude ver. Basados la mayoría en la imagen creado por el artista Boneface, estos servían como un lúgubre pero contundente apoyo a lo que el grupo tocaba en el momento. Desde un cráneo flotando en riío de sangre hasta una parvada de cuervos volando, estos cumplían perfectamente su función
“Sick, Sick, Sick”, “Go With The Flow”, “Little Sister” y unas cuantas más complementaron el set.
Cuando todo parecía haber terminado, Homme y compañía regresaron para entregar una devastadora interpretación de “A Song For The Dead”, la cual cerró de manera espectacular todo su concierto.
A destacar: todo el concierto.
Comentarios Finales
Y así es como se llevó a cabo el Corona Capital 2013. ¿El veredicto? Un buen festival. Si bien no hubo ningún acto memorable que realmente pasará a la posteridad, a excepción quizá con el de Queens Of The Stone Age, la mayoría de las bandas entregaron todo de sí y ofrecieron buenos shows.
En cuanto a la organización, los horarios fueron respetados casi en todo momento. Quejarse de las distancias y de los precios es irrelevante, es un festival, hay que ir a sufrir.
Lo que sí podía reclamar es la forma en que casi todo se inclinó al domingo, me parece que bien se pudo haber incluido a un acto de los fuertes del segundo día al primero. Ni hablar. También habría que pedirle a quién corresponda el suficiente abasto de bebidas frías. Lo sabemos, es una odisea, pero tampoco parece imposible.
Después de esta cuarta edición, todavía me quedo con ese segundo año en donde Portishead voló la cabeza de todos y otras bandas como Editors, Wild Beasts y The Antlers hicieron lo suyo. Después de esa, sí que pondría en segundo lugar a la que acaba de concluir.
Esperemos el año que entra ver todavía un mejor festival.
Aquí la primera parte de la reseña del Corona Capital 2013.
