
PEQUEÑO SPOILER ADELANTE
Es fácil también anticipar algunas de las “sorpresas” que la cinta contiene. El hecho de que una de las señoras heterosexuales del sindicato se deshiniba al besar a una de las lesbianas o que el personaje de Billy Nighy se declare como homosexual cerca del final son pequeños giros que, como se mencionó anteriormente, no llevan la narrativa adelante y no sirven mas que para constatar lo obvio.
TERMINA SPOILER
A pesar de un guión común y corriente, la mayoría de los actores hacen un buen trabajo dotando de gracia y dinamismo a varias de las escenas, como cuando las integrantes del comité minero, liderado por Imelda Staunton, se carcajean y se sonrojan viendo revistas de pornografía gay, o cuando Jonathan (Dominic West) el más maduro de los activistas, se propone a enseñarles a bailar disco a los todavía atónitos mineros.
En lo que Warchus ciertamente tiene puntos a favor es en el diseño de toda la producción, la ambientación, la caracterización, los vestuarios y demás nos devuelven a esos 80 llenos de estilo y excentricidad, es aquí donde su pasado en el mundo del teatro queda manifiesto De igual manera, la apropiada selección musical, entre la que destacan Boy George, los Smiths, Dead or Alive y Frankie Goes to Hollywood, contribuyen también a lo anterior.
Pride es un obra que trata de enmarcar la solidaridad, el orgullo y el repudio ante la discriminación en un contexto antitatcherista con el que un gran sector poblacional que aquella nación seguramente se sentirá identificado; sin embargo, Warchus y su equipo no se atreven a ir más allá, pues el a veces sobrado tono cómico de la historia no deja lugar para exponer las tragedias personales de los protagonistas. Un desenlace en donde todos se agarran de la mano y marchan juntos triunfantes y orgullosos parece declarar el final de una batalla que todavía se sigue luchando hasta nuestro días.