Con una enorme producción, una incesante promoción detrás y de la mano del todavía novato Gareth Edwards, “El Rey de los Monstruos” una vez más clama por el lugar que le corresponde.
El anuncio de la nueva incursión de Godzilla en el cine fue vista con muy buenos ojos. Producida por Legendary Pictures, quienes no solo ya tenían experiencia no solo en el género kaiju (Titanes del Pacífico), sino en una variedad de súper producciones, esta nueva cinta prometía borrar de nuestra memoria el infame trabajo de Roland Emmerich en 1998, quien prácticamente dejó sepultada toda posibilidad de volver a ver al gran monstruo en una nueva película sino hasta ahora.
Afortunadamente, Legendary, con su buena reputación, decidió que era momento de traer de vuelta a Godzilla y presentarlo a las nuevas generaciones. A cargo estaría Gareth Edwards, joven director inglés que con su hit independiente Monstruos: Zona Infectada sorprendió al mundo hace unos años. Con tantos puntos a favor, este nuevo trabajo parecía estar destinado al éxito.
Tras un par de semanas en cartelera, Godzilla ha logrado muy buenos números, no para dejar la boca abierta, pero sí de los mejores del año; entonces, debemos preguntarnos ¿estuvo su regreso a la altura de las expectativas? Las reacciones son diversas.
Es difícil entender por qué Monstruos: Zona Infectada fue un éxito. Es comprensible que los críticos hayan quedado impresionados con lo que Edwards pudo hacer con tan poco, sin mencionar el hecho de que el director desempeñó los papeles más importantes de producción en este trabajo, como la fotografía, el diseño de arte, la elaboración del guión, etc. En resumen, la cinta trata de alejarse de las típicas y trilladas películas de invasión alienígena al ponernos en los zapatos de un par de jóvenes que nada tienen qué hacer contra los invasores mas que tratar de sobrevivir la catástrofe. Aunque la premisa suena bien, Edwards terminó entregando una poco convincente historia de amor en medio de un mundo en pleno colapso; además de demostrar un poco de ignorancia sobre el territorio mexicano (sabrán a lo que me refiero si ya la han visto).
Fue la manera en que Edwards trató de dotar a su obra de realismo lo que llamó la atención de Legendary, quienes buscaban de mostrar una película en donde realmente se pudiera mostrar la reacción del mundo ante la súbita y amenazante aparición de Godzilla. Con un gran e inusual elenco para este tipo de producciones y una enorme cantidad de recursos, sería interesante ver lo que Edwards podría lograr.
La trama sigue a Joe Brody (Bryan Cranston), un científico estadounidense trabajando en Japón que pierde a su esposa (¿Juliette Binoche?) tras un misterioso accidente en la planta nuclear en la que trabajan. Convencido de que algo extraño ocurrió aquel día, Brody se obsesiona tratando de investigar en contra de las restricciones de las autoridades y los consejos de su hijo, Ford (Aaron Taylo-Johnson), un militar alejado de él y quien vive con su esposa, Elle (Elizabeth Olsen) y su pequeño hijo.
Mientras tanto, un científico japonés llamado Ichiro Serizawa (Ken Watanabe) y su asistente estadounidense (Sally Hawkins) tratan de armar un rompecabezas en busca del paradero de un grupo de criaturas que podrían amenazar a toda la humanidad.
Godzilla tiene tantos aciertos como errores. Comencemos por la historia. Mirando con atención y tratando de encontrar todo tipo de inconsistencias y omisiones seguramente podríamos armar un gran argumento en contra de esta película, pero ese no es el problema, sino la manera en que Edwards falla al tratar de exponernos la temática de su trabajo ¿estamos ante una historia de redención, amor, desastre, o conciencia ambiental? No es un crimen tratar de incluir todo esto en una película (sino hay que preguntarle a Neill Blomkamp), pero el nulo involucramiento de sus personajes en algo con lo que realmente podamos sentirnos identificados es quizá el más grande error del director.
¿Y qué decir de los actores? Ninguno de ellos aporta algo realmente de valor. Definitivamente no es su culpa, pues Edwards prácticamente solo los requiere para estar sentados o viendo cómo todo ocurre frente a sus ojos. Por supuesto está la excepción de Taylor-Johnson, con quien recorremos gran parte de la cinta, pero solo así es como se justifica que lo veamos haciendo algo dentro de toda esta historia. Poco qué comentar acerca de su pobre y mal dirigida actuación.
La mayoría de los actores en esta cinta ya han más que probado su talento en diversas ocasiones ¿Para qué llamarlos sino para tratar de explotarlo aún más y adecuarlo a las necesidades de la película?
SPOILERS ADELANTE
El gran protagonista es sin duda Godzilla. Los reacciones a su tardía aparición en la cinta son de todo tipo. Si bien la historia es lenta, esta nos va preparando para el gran momento en que por fin nos encontramos con el monstruo de frente y en todo su esplendor, casi una hora después de haber comenzado la película. Aunque esto pueda ser duramente criticado, Edwards y su guionista sí que aciertan aquí al llenar de tensión y expectación a sus espectadores.
Casi todos los momentos de Godzilla son esplendorosos. Su brutal batalla con los MUTO’s, la destrucción involuntaria que ocasiona a su alrededor y su dramático desenlace llevan a la cinta su punto máximo. No podemos ignorar tampoco el gran trabajo de los artistas digitales para darle vida a una versión muy particular del monstruo, una más tosca pero mucho más impresionante. Se sacrificó su agilidad en tierra por una fuerza bruta sorprendente.
TERMINAN SPOILERS
Hay que destacar también el trabajo de fotografía, pues varios tomas resultan sencillamente espectaculares, en especial el momento en que Ford y los demás soldados efectúan el salto HALO para llegar hasta donde se encuentra Godzilla y la destrucción. Acompañado de la espeluznante música de György Lygeti (la misma de la escena del monolito en la Luna de 2001: Odisea en el Espacio), la escena es todo un logro técnico y artístico que logra capturar no solo la majestuosidad del protagonista, sino la esencia de lo que significa descender al mismísimo infierno en la que se ha convertido la ciudad bajo ataque.
Godzilla no es una mala película en realidad. Debemos agradecer el hecho de que el director y los productores no hayan elegido mostrarnos mas que pura destrucción, sino una historia desde distintos puntos de vista alrededor de toda la catástrofe. Si bien esta no fue la mejor, la dirección era la correcta.
De cualquier manera, poder presenciar el rugido del impresionante monstruo de la manera en que lo hace en esta ocasión vale por toda la película. Veremos cómo le va a Edwards ahora a cargo del primer spin-off de la nueva trilogía de La Guerra de las Galaxias.
