Más allá de una obra cinematográfico, nos encontramos ante una experiencia visual que rompe todo paradigma fílmico y artístico para ir de lleno a la psique humana.
En la película existe también una referencia a Job. ¿La desgracia cae en los hombres a pesar de amar y temer a Dios? Malick responde a esta pregunta nuevamente con la familia O’Brien. La muerte de uno de los hermanos de Jack hace a su padre darse cuenta de lo duro que fue con su hijo. ¿Dios perdona? ¿Dios comete errores?
Finalmente, otro tema muy importante dentro de la trama es la pérdida de la inocencia y de la fe. Jack comete algunas travesuras más allá de la conducta infantil. El maltrato animal y el hurto de ropa íntima ajena lo llevan hacia nuevos horizontes desconocidos para él. La culpa lo lastima, lo hace sentir impuro pero hay algo en él que le incita a hacerlo, a pensar en que fue excitante o divertido, la naturaleza humana.
Con una narrativa muy poco convencional, Malick se inclina por las imágenes. La fotografía permite al espectador de darse cuenta de lo grandioso que la naturaleza ha provocado durante millones de años y al mismo tiempo, presentarnos la insignificante vida de una familia de Texas. Sin embargo, la insignificancia de la familia O’Brien adquiere un grado casi universal al contraponerla con la creación de la vida. El hombre, tan pequeño y tan frágil es un milagro del universo, del caos, del orden, de la naturaleza.
Durante el viaje que hacemos por todo el inicio de los tiempos, nos topamos con una metáfora que guarda un significado universal y en sí, un mensaje importante. Un dinosaurio se encuentra herido a la orilla del río. El grupo con el que viajaba huye rápidamente cuando un depredador los acecha peligrosamente. El animal herido se encuentra a merced del depredador y su fin parece inminente. Cuando el carnívoro lo encuentra, lo huele, lo ve, lo siente. Éste le pisa la cara y durante unos segundos nada ocurre. La naturaleza debe seguir su camino, pero no, el depredador lo deja y huye corriendo río abajo. El camino de la gracia y el de la naturaleza. ¿Puede el hombre aprender de ambos modos? Malick en verdad nos pone a prueba.
Mis argumentos en contra de esta película son pocos pero considerables. Como amante del cine, he aprendido a apreciar una forma de narrativa. Algunos pueden contrariarme al establecer que la narrativa de Malick es un hito y una nueva manera de contar una historia, sin embargo y muy personalmente, ésta no sería mi manera de incurrir en la cinematografía.
El punto de vista de Malick es muy interesante y nos lleva a preguntarnos un sin fin de cosas pero, nuevamente, no lo comparto. ¿Por qué? Irrelevante.
Sí. Muchos podría considerar El Árbol de la Vida como una obra maestra del séptimo arte. Para mí, El Árbol de la vida va más allá de cualquier cuadro o toma, la cinta se incrusta en nuestra mentes no como una cinta, sino como una reflexión, una grandiosa y caótica reflexión.