Marilyn Monroe (Ana de Armas), en el momento más alto de su carrera, tiene otro de sus constantes ataques de ansiedad —acompañados, generalmente, de recuerdos dolorosos—. En un arrebato, abandona el set de la película que está filmando. Mientras sale corriendo despavorida, su agente publicitario se da vuelta y le dice al director: “No es una chica sana. Si pudiera, lo sería”.
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Imagen: Plan B Entertainment, Netflix |
Al director Andrew Dominik (El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford, Mátalos Suavemente) se le ha presentado la oportunidad única de llevar la caótica vida de Norma Jeane Mortenson a la pantalla. Es posible que por su “bajo” perfil haya tenido la confianza de tomar el riesgo más grande en su carrera hasta ahora, abordando la vida de la actriz y cantante de una forma sobresaliente y convirtiéndola en una crítica sobre la explotación de las mujeres en la industria del cine, la insistencia de los medios por conseguir el más mínimo detalle sobre sus vidas y el alto precio que muchas estrellas femeninas han tenido que pagar para iniciarse en el mundo del cine.
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Imagen: Plan B Entertainment, Netflix |
Estamos ante una obra arriesgada que, al tratarse sobre una de las figuras más mediáticas en la historia del cine, ha dividido notablemente al público, y es que Rubia presenta de forma brutal y nauseabunda la manera en que su cuerpo fue visto y tratado durante toda su carrera. Así lo dejan ver las innumerables escenas en que Marilyn Monroe se muestra desnuda, desprotegida y vulnerable. Tan pública fue su vida que, en la película, su vagina es objeto de interés de propios y extraños.
Rubia está disponible en Netflix.