Guy Ritchie se convirtió en un director por encargo cuyo ritmo de trabajo tanto puede asustar como asombrar: cinco películas y una serie en lo que va de la década. Si bien su exploración picaresca del crimen británico se ha seguido colando por ahí en los últimos años, el cineasta se ha diversificado en una amplia gama de géneros, desde el cine bélico hasta el de aventuras, que es el que nos ataña en esta ocasión. Desafortunadamente, puede que estemos ante su peor esfuerzo a la fecha con La Fuente de la Juventud (Fountain of Youth, 2025), una copia de cualquier cantidad de otras franquicias y, claramente, una de las cintas más molestas de 2025.
El título, básicamente, revela la premisa: un grupo de exploradores emprenden una aventura global en busca de la mítica fuente de la vida. Por supuesto, el concepto nos remite inmediatamente a Uncharted, La Momia, Indiana Jones, El Código Da Vinci y La Leyenda del Tesoro Perdido, de las cuales toma un poco de cada una para crer una especie de monstruo de frankestein narrativo carente de cualquier pizca de originalidad y atado a todos los clichés habidos y por haber en este tipo de filmes. Apple, una vez más, demuestra que la calidad de muchas de sus series simplemente no se puede dar también en los proyectos cinematográficos que financia —a excepción del de Scorsese, claro—.
La Fuente de la Juventud desarrolla una desastrosa historia cuya obviedad deja ver desde muy temprano cómo terminarán las cosas y qué revelaciones habrá al final. Un guion lleno de inconsistencias y bochornosas líneas dan como resultado malas bromas y personajes sumamente molestos. John Krasinski nunca consigue conectar debido a su falta de gracia; Natalie Portman resulta fastidiosa con un personaje que no hace más que quejarse; y Eiza González preocupa con lo encasillada que está ya —de hecho se ha vuelto en algo así como una actriz fetiche para Ritchie—. Hilarante también es el hecho de que Laz Alonso repite íntegramente su papel de The Boys (2019 – ), pero sin las groserías.
Una película de esta naturaleza, en teoría, no tendría que fallar: talento joven y experimentado, locaciones en distintas partes del mundo, un tono familiar… Pero cuando el guion de James Vanderbilt —el mismo que escribió Zodiaco (Zodiac, 2007)— parece empeñado en replicar de mala manera una fórmula que ya está algo anticuada, se entiende el porqué esta cinta no funciona por ningún lado. Y si a eso agregamos la nula promoción por parte de Apple y los pocos suscriptores que tiene la plataforma, su destino es ni siquiera ser vista. Pero con escenas irrelavantes sacadas de la manga y otras basadas enteramente en exposición, tampoco es que tenga muchos argumentos para defender su existencia.
Curiosamente, quienes hayan visto Cónclave (Conclave, 2024) encontrarán una curiosa referencia involuntaria en La Fuente de la Juventud; quizá esto sea el único aliciente para someterse a las dos horas de pobres secuencias de acción, comedia barata y villanos genéricos que ofrece una cinta que parece enteramente creada por inteligencia artificial con el único objetivo de subrayar la más trillada moraleja de que el “no es el destino, es el viaje”.
La Fuente de la Juventud está disponible en Apple TV+.
