¿Un par de actores encerrados durante la pandemia intentando montar una versión de Hamlet dentro de GTA Online? Quizá suene a payasada, pero Grand Theft Hamlet (2024) podría definirse como un milagro no solo porque este par de sujetos cumplieron su cometido (tomando en cuenta la viol3nta naturaleza del juego), sino también por haber conseguido hacer de su odisea virtual un simple pero funcional documental.
Los documentales ambientados enteramente dentro de videojuegos no son algo nuevo, pero el proyecto de Sam Crane, Mark Oosterveen y Pinny Grylls llama la atención por su desfachatada naturaleza. Quien se haya internado alguna vez en GTA Online sabe que se trata de una arena m0rtal en la que casi nunca nada tiene sentido, y en el que es complicado encontrarse con algo que no sea destrucción, trampas y hasta viol3ncia verbal. Por ello, que estos británicos hayan logrado crear un reducto de relativa paz dentro de la plataforma resulta increíble.
Grand Theft Hamlet, por más extraño que sueñe, es una manifestación artística emanada de la frustración y la ansiedad; estos sentimientos permean buena parte de la trama (capturada por completo con los avatares virtuales). Imposibilitados de salir, estos actores hicieron del juego su propio escenario para expresarse y hasta rendirle algo así como un retorcido homenaje a William Shakespeare, a quien no creen tan distante del título por la viol3ncia que también caracteriza a la emblemática Hamlet.
Es cierto que habría que ser demasiado ingenuo como para creer que todo el proyecto se gestó tan orgánicamente como se muestra; la manipulación y el montaje resultan esenciales para crear una narrativa casi idílica. De igual manera, algunas escenas en las que uno de los actores y su novia discuten dentro del juego sobre el tiempo que el primero pasa en este mundo virtual, estando en la misma casa, se sienten falsas. Se entiende la intención, pero no por eso se puede pasar por alto su aparente guionización.
Sea como sea, Grand Theft Hamlet es un experimento interesante que alude a la conexión humana de una forma improbable y divertida. Aprovechando al máximo el caos y la sátira inherentes de GTA Online, estos actores hacen un comentario casi poético sobre la importancia de tener un propósito y alimentar el sentido de comunidad que nos definen como seres sociales. Veremos si se avientan a hacer algo ahora con el próximo GTA VI.
