El Amateur: Operación Venganza (The Amateur, 2025) parece llegar muy tarde al juego. Una película con un protagonista atípico no sonaba mal en papel. Lejos de la destreza física de la mayoría de los protagonistas de cintas de espías, he aquí uno que, carente de ella, utiliza su intelecto para enfrentar a sus enemigos y salvar el día. Por supuesto que un tipo debilucho y con torpeza para desenvolverse socialmente nos suena más como algo con lo que podemos identificarnos; sin embargo, cuando el guion no hace del todo su parte, y el actor principal tampoco aporta mucho, el resultado queda a deber.
Basada en la novela del mismo nombre, de Robert Littell, el filme sigue algo ya visto en el género: un agente de inteligencia pierde a su esposa en un atentado terrorista, por lo que va en busca de los responsables. La cuestión aquí es que se trata más bien de un oficinista enfurecido. Podríamos definirla como una cruza entre Mr. Robot (2015-2019) y la franquicia Jason Bourne: un techno-thriller que se desenvuelve en breve como una aventura global basada en la venganza. Sí, el uso de locaciones y gadgets le permite ser una versión menos estrambótica y un poco más personal de James Bond, pero es en la historia donde las cosas peor funcionan (la parte del entrenamiento, por ejemplo, se siente apresurada).

El Amateur se encamina desde el principio justo hacia donde esperamos; aunque pareciera que un gran giro se avecina conforme avanza, esto nunca se materializa. Y no es que sea obligatorio tener una gran revelación, pero lo plano de la trama le resta mucha emoción, aun cuando hay de por medio varias escenas de acción. Sin la tensión de las películas de Jason Bourne o lo visualmente impactante de las de John Wick, esta lo apuesta todo en Rami Malek, quien no le inyecta demasiada personalidad a este “héroe”; la falta de carisma y una constante inexpresividad perjudican su conexión con el público.
Además, el resto del reparto tampoco contribuye. El nivel actoral reunido aquí es importante, pues prácticamente todos han entregado grandes actuaciones en otros proyectos. Desafortunadamente, el director James Hawes y sus guionistas prefieren verlos repetirse a sí mismos —como a Laurence Fishburne en un papel de mentor— o interpretar personajes totalmente inservibles, como es el caso de Jon Bernthal y de Rachel Brosnahan. Los villanos tampoco dejan una impresión duradera. Y esto enfatiza aún más el hecho de que Malek no da el ancho para echarse todo al hombro.

El Amateur es entretenida, pero se extiende más de la cuenta, y sin una gran recompensa emocional de por medio. Su tesis acerca de que algunos héroes de acción no están hechos para matar sí arroja uno que otro cuestionamiento existencial y moral, aunque no es suficiente para soportar todo el peso narrativo. Estamos ante una olvidable cinta de espías que, a pesar de ofrecer un concepto relativamente fresco para el género, rara vez apela a la creatividad para mantenerse a la altura.
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