Argo

Después de lograr gran aclamación con sus cintas anteriores, “Desapareció una Noche” y “Atracción Peligrosa”, Ben Affleck regresa con la tercera cinta en su carrera como director llamada “Argo”, una historia basada en hechos reales sobre el rescate de un grupo de diplomáticos estadounidenses atrapados en el radical Iran de los 80’s del Ayatollah Khomeini.

Affleck, como director, ha demostrado tal calidad que su trabajo actoral ha quedado ya en segundo plano en su vida. Después de “Mente Indomable”, Affleck pasó a convertirse en una de las estrellas más solicitadas de Hollywood con grandes papeles en blockbusters que sin duda lo catapultaron al estrellato. Sin embargo, su vida personal y sus constantes tropiezos fílmicos comenzaron a opacar su persona. Parecía que poco había quedado de ese muchacho intrépido que había ganado un Óscar por su  excelente guión de “Mente Indomable”.

Afortunadamente, un segundo aire llegó a la carrera de Affleck cuando por cuenta propia, decidió encaminarse hacia la dirección, cosa que generó dudas en la industria, esperando un tropiezo más que acabara finalmente con la carrera del actor.

Desde ese momento, Affleck nos ha entregado dos grandes obras a las que les ha dotado de un estilo propio lleno de tensión, honestidad y una intriga muy inteligente que ha llamado la atención de todo el círculo de la crítica internacional.

Ambientados en la ciudad de Boston, donde ésta es también otro personaje de las historias que Affleck cuece en sus calles. Sus dos primeros trabajos nos dejan adentrarnos en los mundos criminales locales en donde existe todo tipo de reglas y una hermandad muy frágil que se ve amenazada día a día. Explorando temas como la lealtad, la desesperanza y la ruptura del tejido social, Affeck dio en el blanco dotando también con excelentes secuencias de acción en una y un ambiente noir moderno bien fabricado en otra.

Así, saliendo de su inicial zona de confort, Affleck se mueve a las grandes ligas con la mayor producción que haya hecho hasta ahora. En “Argo”, el director nos muestra su cinta más amigable hasta el momento y en donde ha tenido que llevar su capacidad como director a otro nivel, más específicamente en el aspecto técnico.

En la cinta, Affleck interpreta a Tony Mendez, un operativo de la CIA al que se le ocurre la manera más peligrosa pero más convincente de sacar a los funcionarios de los peligros de Irán, haciéndolos pasar por un equipo de filmación que se encuentra en el país buscando locaciones exóticas para una cinta de ciencia ficción con el título en cuestión. ¿Disparatado? A grandes rasgos, esto es lo que ocurrió en la realidad.

Claro, para que el equipo puede pasara como tal, tendrán que resultar convincentes, en todos los aspectos. Es así como después de aprobada la operación, Mendez se encuentra ahora con la tarea de montar la “producción” de la cinta.

Veo a “Argo” dividida en dos partes; la primera, en donde nos topamos con un tono cómico mientras Mendez, acompañado de John Chambers (John Goodman), famoso diseñador de maquillaje ganador de  un Óscar por “El Planeta de los Simios” en la vida real y Lester Siegel (Alan Arkin), personaje inventado para propósitos dramáticos, se dispone a crear todo lo necesario para que su película; y una segunda, en donde la tensión se encuentra al máximo mientras el rescate se desarrolla.

Cuando Mendez se encuentra produciendo su falsa película, Affleck se encarga de retratar al Hollywood de principios de los 80’s hasta el grado de burlarse de la misma industria, realizar una película dentro de una misma película resulta siempre en una crítica del universo al que pertenece, en este caso, bien intencionada.

¿Cómo se compra un guión en Hollywood? ¿Cómo se presenta a los medios? ¿Cómo se empieza? De manera muy divertida e inteligente, Affleck rinde un pequeño homenaje a la industria que encantará a todos los miembros de la Academia.

La presencia de Arkin y Goodman proporcionan ese tono sarcástico siendo este primero el que realmente aviva la cinta, brillando en cada escena en la que aparece. Affleck, por otro lado, es opacado por su presencia y es en su mismo personaje donde encontramos los puntos actorales más débiles de la cinta, su trasfondo y motivaciones nunca quedan claras a lo largo de la trama.

En la segunda parte, todo cambia radicalmente, todo se pone serio y la tensión crece exponencialmente.
Aunque las escenas donde encontramos a Mendez con los fugitivos están muy bien logradas, el guión se ve un poco comprometido con algunos errores básicos en las últimas escenas de la cinta. ¿Si se quiere detener un avión, por qué no mejor avisar a Torre de Control desde el inicio en lugar de perseguirlo como loco por la pista? En fin.

Las locaciones, las tomas y las secuencias que Affleck nos muestra en su nueva cinta ya no son de ningún principiante. Aunque el director termina entregándonos la película más convencional que haya hecho hasta el momento, se le agradece el esfuerzo que ha hecho y la dedicación que le hemos visto como realizador en estos últimos años. Sí, la fórmula de Affleck en esta ocasión llega a ser un poco simplona e inspiracional pero qué mejor que hacerlo de una forma convincente, audaz y con la seriedad que merece. Con toda seguridad, la cinta se llevará uno que otro galardón en la próxima entrega de los Óscar.