La última vez que vimos realmente a Michel Gondry fue en Originalmente Pirata, (Be Kind, Rewind). Mucho más convencional que sus trabajos anteriores, la cinta protagonizada por Jack Black no fue más que un intento fallido en donde apenas en algunas secuencias podíamos ver el particular sello del francés. Si bien había algunos momentos chuscos, la cinta pasó desapercibida y quedó prácticamente en el olvido. Por otro lado ¿quién puede olvidar La Ciencia Del Sueño y más aún Eterno Resplandor De Una Mente Sin Recuerdos? Ese par de películas dejaron demostrado que el estilo de Gondry no se limitaba a la producción de videos musicales, sino que su talento era perfectamente traducible a lo cinematográfico.
¿Y qué decir del stop motion típico de su técnica cinematográfica? Sí, al principio resulta muy divertido volver a encontrarnos con el ingenio del director al poder apreciar los aparetejos y dispositivos más creativos que hayamos visto en nuestras vidas. Pero de igual manera, estos comienzan a saturar cada escena y desbordarse casi sin control, lo que es peor aún, estos realmente no juegan un papel narrativo, todo se queda en lo decorativo y estético.
En los personajes encontramos también muchos problemas que afectan altamente a la credibilidad de la historia. Para empezar, la química entre Duris y Tautou deja mucho qué desear. Su desconexión es evidente en grandes lapsos de la trama. Si ya de por si sus papeles resultan poco memorables, su relación amorosa no es mas que un poderoso somnífero para el espectador.
Cuando Chloé se encuentra convaleciente, parece que esta y Colin pierden totalmente la razón. Su involucramiento con los demás personajes se vuelve incrongruente y todo queda muy ambiguo.
Por otro lado, el rol de Chick en la historia nunca queda claro del todo. Si bien Gondry trata de demostrar un punto con el fanatismo de su personaje a una figura que parodia a Jean-Paul Sartre, sus erráticas acciones nos dejan sumamente confundidos y despistados. Igualmente, su relación con Colin es más que extraña y cerca de la mitad de la película queda desconectado totalmente de la trama principal.
Nicolas, el fiel escudero de Colin, es también su maestro y su frecuente fuente de conocimiento. Si bien su papel alrededor del protagonista queda justificado de esta manera, sus motivaciones personales nunca son expuestas y este parece más un personaje inventado por el mismo Colin. Sin preocupaciones, problemas u obstáculos en la vida. ¿Queremos de verdad saber más sobre él?
Es probable que lo que el director haya querido enseñarnos es como nuestra vida cambia ante la tragedia. Un gran acierto suyo es haber creado a la casa donde vive Colin como una extensión de su inquilino, una en donde habita un pequeño ratón humanoide muy parecido a él y en donde el entorno comienza a cambiar drásticamente al mismo tiempo que la situación de Chloé empeora. En donde Gondry se queda corto es en darle un aire realmente trágico al asunto. Las situaciones cómicas aligeran demasiado toda la situación y no nos permiten entrañar con los protagonistas siquiera en algún instante.
Otro acierto es la manera en que Gondry se inserta a sí mismo en la historia. Su aparición como un médico que trata de ayudar a Chloé es curiosa, pues este parece ser la misma persona que en la vida real. Desde mi punto de vista, que un director se involucre en su historia de manera activa siempre resulta interesante y divertida. Jugar con la mente del espectador siempre ha sido su fuerte, es una pena que en esta ocasión no haya funcionado del todo. Puntos extra también por haber dotado a la película de cierta conciencia, pues esta misma cambia de acuerdo a cómo las circunstancias lo demandan y hasta terminan por expresar el humor y emociones del protagonista
El ingenio de Gondry esta no vez no ha sido suficiente para sostener una película. El débil guión se convierte en su talón de aquiles. Con más de doras horas de duración, uno termina aliviado después de que todo ha terminado. Demasiado tiempo para una historia muy pobre.
Es una verdadera lástima que Amor Índigo sea tan poco disfrutable. No hay duda de que superar lo hecho en sus trabajos iniciales será muy difícil, pero hay que admitir que el potencial aquí era bastante. Esperemos que Gondry sí nos sorprenda en la próxima ocasión.