Crítica – Memorias de un Caracol: saliendo de las jaulas que nosotros nos creamos

critica memorias de un caracol0

Cuando Pinky dice: “La vida solo puede ser entendida en retrospectiva, pero tiene vivirse hacia adelante”, bro, I really felt that. La nominada al Óscar Memorias de un Caracol (Memoir of a Snail, 2024) es una película que le habla a todos aquellos que sufrieron de abuso en la infancia; a los que han podido superar una pérdida; a los que su existencia no ha sido más que una acumulación de desgracias; prácticamente, a todo aquel que siente ya nada vale la pena. Y es justo dentro de estos sentimientos que el director Adam Elliot, inspirándose vagamente en su propia vida, encuentra una oportunidad para hallar la luz.

La cinta australiana es una obra maestra de la animación. Así como la vida misma, las imperfecciones de su técnica stop-motion la hacen única y especial. Elliot y su equipo, así como en Mary y Max (Mary and Max, 2009), hacen de lo sombrío y lo aparentemente grotesco algo natural o normal. Con un ínfimo presupuesto pero un enorme corazón, esta producción demuestra una vez más que, como dice Guillermo del Toro, “la animación es un medio, no un género”.

critica memorias de un caracol
Imagen: Arenamedia, Screen Australia, Snails Pace Films

Por tal razón, cabe señalar que esto no es una película infantil; de hecho, está muy lejos de serlo, pues las referencias al suicidio, los fetiches sexuales, el abuso y más abundan en una historia que, sobra decirlo, no tiene miedo de abordar temáticas escabrosas, desde la importancia de la salud mental hasta la hipocresía religiosa. A través de la depresiva vida de los gemelos Grace y Gilbert nos asomamos a nuestro interior e indagamos en aquello que todo el tiempo nos tiene encadenados.

En Memorias de un Caracol y en la realidad, “las peores jaulas son las que nosotros mismos creamos”. El personaje de Grace es tan fascinante y oscuro que resulta irresistible no sentirse identificada con ella. Elliot es cruel con su protagonista, pero las decisiones de esta tienen sentido en todo momento, haciendo que cuestionemos el origen del dolor, la acumulación para llenar el vacío y el caparazón en el que vivimos para protegernos de lo que hay allá afuera —e, inadvertidamente, de nosotros mismos—.

La estructura de la película es peculiar, pues está conformada por una serie de flashbacks que, claro, aluden al título. Pero la narrativa va más allá, pues este espiral —una clara referencia a la esencia del relato—, se convierte en breve en una especie de laberinto que nos lleva por las memorias de varios personajes, permitiéndonos ser testigos, principalmente, de sus tragedias personales. El recurso adquiere un significado mayor cuando entendemos, como dice Pinky, que hay que comprender el pasado para vivir el futuro.

critica memorias de un caracol
Imagen: Arenamedia, Screen Australia, Snails Pace Films

Elliot recurre a la comedia negra, al drama existencial, a lo ligeramente absurdo y a la tragedia para crear su más reciente filme. Su relato se mueve orgánicamente entre todos ellos, por lo que pasar de una carcajada al llanto nunca en cuestión de minutos resulta natural. El director se burla de la industria de la autoayuda, de las sectas, de los bullies y de aquellos que hacen del dolor ajeno una profesión.

Memorias de un Caracol celebra esos pequeños actos de amabilidad sin esperar nada a cambio que más tarde se nos regresan; la posibilidad de vivir la vida y sus placeres sin remordimiento alguno; la oportunidad de superar nuestros miedos y finalmente ser quien siempre hemos soñado. Gracias, Adam Elliot, por recordarnos a tu muy cruel manera lo bello que es vivir.

Leave a Reply

My New Stories

critica tiempo de guerra
critica grand tour
critica pecadores
critica el amateur operacion venganza
critica drop amenaza anonima
critica la luz que imaginamos
critica goya
critica una pelicula de minecraft
critica parthenope