Médium (Oddity, 2024) se siente como una oportunidad desperdiciada, pues lo que lo empieza como un thriller oscuro termina por convertirse en la película de terror promedio que deposita su peso en jump scares convencionales y una historia muy básica de empoderamiento.
La primera media hora es ciertamente inquietante, pues enseguida transmite un nivel de tensión muy alto a través de una situación que genera bastantes dudas sobre lo que estamos viendo. El director y escritor Damian McCarthy acierta con un planteamiento interesante y un contexto ligeramente sobrenatural que, hasta ese momento, no se percibe ridículo ni nada por el estilo, muy en la línea de Longlegs (Longlegs: Coleccionista de Almas, 2024).
Pero las cosas comienzan a cambiar cuando la trama toma el camino más predecible; el verdadero culpable del as3sinato del que somos testigos al inicio resulta ser el que cualquiera esperaría, privándonos entonces de explorar una ruta más atractiva. El motivo tampoco está cerca de ser convincente. En suma, McCarthy apuesta por lo más obvio y genérico para desarrollar una idea que prometía bastante.
Médium centra su atención en la hermana de la víctima —la actuación dual de Carolyn Bracken, sin duda, es uno de los elementos más llamativos del filme—, una misteriosa psíquica que pretende esclarecer el crimen con sus poderes y por medio de una serie de inusuales objetos. El personaje capta nuestra atención con su actitud errática y su extraña relación con los que la rodean; sin embargo, la resolución de su arco tampoco resulta satisfactoria, pues el vínculo que tiene con la criatura —con un diseño verdaderamente atemorizante—. que tanto se ha promocionado, queda a la deriva; es hasta el final que surge algo en ese sentido, pero más como una manera de terminar la historia que como una de explorar su faceta sobrenatural.
La cinta, por suerte, no está desprovista de imágenes o situaciones perturbadoras, y es un hecho que su naturaleza de serie B no se convierte en un distractor o un obstáculo; de hecho, la forma en que sacan provecho de la casa, casi la única locación, es digna de destacar, pues todas las posibilidades que brinda, incluida su tétrica esencia, son aprovechadas al máximo. McCarthy, además, hace un buen trabajo al concebir un relato contenido alrededor de la crueldad del hombre; pero también es cierto que pareciera que no se atrevió a más, sobre todo al final, cuando las poco inspiradas explicaciones y las conveniencias toman el control de la trama.
