Para hablar más a fondo de Compañera Perfecta (Companion, 2025), es necesario tocar el gran giro de la película, así que prosigue con precaución.
En una escena al comienzo de esta, una mujer le dice a Iris, la protagonista, que envidia todo lo que ella representa. Drew Hancock, el director y escritor, parece adentrarnos inicialmente en un peculiar drama sobre las dinámicas sociales contemporáneas y la forma en que hombres y mujeres se relacionan románticamente, solo para revelarnos unos minutos después que Iris es un robot.
A partir de ese momento, Hancock redirige sus intenciones hacia un lugar más retorcido y oscuro. Al enterarnos de que Iris es la mujer soñada de Josh, su novio —un Jack Quaid que convence 100 % como un patán—, pronto queda claro que estamos ante una sátira que señala la proclividad masculina a controlar la vida de sus parejas femeninas para convertirlas en seres dóciles.

Entonces, la idea de esta compañera perfecta, que se puede ajustar en muchos sentidos, emerge astutamente haciendo eco al clásico de antaño Las Mujeres Perfectas (The Stepford Wives, 1975), a la cual No te Preocupes, Cariño (Don´t Worry, Darling, 2022) trató de referenciar pobremente no hace mucho. La cinta de Hancock aterriza bastante mejor todo lo que aquella propuso, tanto en el discurso como en la ejecución, concibiendo un thriller en clave de comedia negra.
Compañera Perfecta, además, emplea su origen en la ciencia ficción para especular acerca de cómo la perversión masculina se transformará con los avances de la tecnología, lo que podría dar como resultado un nuevo tipo de enfermiza relación.
Algo que debemos agradecerle al filme es el hecho de darle un sentido a la motivación del “villano”. Josh, que pronto prueba ser un tipo inseguro que cree merecerlo todo, representa el abuso, el complejo divino y la necesidad de tratar a las mujeres como una propiedad. Iris, eventualmente, desafía el statu quo tanto física como emocionalmente, enarbolando un discurso feminista básico pero importante a fin de cuentas.

Donde la película falla (además de haber revelado la naturaleza de su trama desde el tráiler), es no llevar la historia por un camino más arriesgado; el verdadero objetivo de Josh resulta genérico. Los demás personajes tampoco tienen demasiado impacto en los acontecimientos, a excepción del de Lukas Gage, que hacia al final adquiere más importancia en varios sentidos.
Compañera Perfecta no ofrece el mismo nivel de shock que Bárbaro (Barbarian, 2022) —Zach Cregger, el director de aquella, produce—, pero el g0re no falta, sobre todo en el último acto. Y aunque su guion tenga varias conveniencias y hoyos, el entretenimiento que otorga no puede ser desestimado. He aquí una disfrutable comedia negra que gradúa a Sophie Thatcher como scream queen (aunque no se trate de una cinta de terror como tal) y que introduce en su concepto un valioso recordatorio de que detrás de las apariencias de perfección puede haber una terrible historia de abuso y manipulación.
[…] encasillado. No hace mucho lo vimos como un tipo ordinario con inclinaciones perversas en Compañera Perfecta (Companion, 2025); y como un cuate normal con poderes extraordinarios en The Boys (2019 – ); […]