ADVERTENCIA: LA SIGUIENTE RESEÑA CONTIENE ALGUNOS SPOILERS.
Quizá el aspecto más terrorífico de Está Detrás de Ti es que no hay por ningún lado una explicación del origen de la entidad que aterroriza a la protagonista; de hecho, esta aparece muy poco en la película. ¿Cómo enfrentar algo que no sabemos de qué se trata ni el momento en el que aparecerá? En esta aclamada película estadounidense de terror, catalogada por muchos como la mejor del género desde El Proyecto de la Bruja de Blair, el espectador no solo se ve perturbado por una misteriosa y acechadora criatura, sino por una inquietante atmósfera de constante tensión que incluso resulta más escalofriante que lo anterior. Escrita y dirigida por David Robert Mitchell, Está Detrás de Ti es sin duda alguna una de las propuestas más frescas y originales que se hayan visto en los últimos años dentro del género.
Haya sido por razones prácticas o para hacer otra declaración, Mitchell filmó en Detroit, escenario en el que directores como Jim Jarmusch también han encontrado un irresistible encanto. La decadencia industrial y la vida suburbana (con un tenue guiño a Lynch) que guardan en común los últimos dos trabajos de estos directores no es ninguna coincidencia, pues ambos hallaron en lo desolado y tétrico del panorama el sitio perfecto para desarrollar una enigmática trama.
Está Detrás de Ti se mantiene gracias a un excelente guión, decentes actuaciones y una estética impecable. Si bien hay momentos en los que no hay otra alternativa mas que insertar un susto barato por ahí y por allá o generar una discreta pero absurda situación cómica, al final estos parecen necesarios para liberar cierta tensión y prepararnos para seguir adelante. Esto es probablemente lo único que se le puede reprochar.
Aunque estemos técnicamente ante una historia de terror, Está Detrás de Ti podría encajar también en el apartado del thriller psicológico. Mitchell tortura a su joven y aparentemente inocente protagonista con una criatura que puede tomar la forma de su padre (notablemente ausente) o de una de sus amigas, cosa que claramente llega a comprometer su juicio brevemente. Al igual que otra muy buena obra de terror de los últimos meses como lo fue The Babadook, Mitchell nos inserta en medio de una situación sin explicación aparente y sin necesidad de dar detalles, he ahí su más grande valor.
Ya sea en relación a la metáfora de las ETS o la recurrente temática de la muerte, Mitchell tiene un punto con esa última escena. Si lo compartimos con los demás, no importa qué sea lo que nos esté siguiendo.
A mi me parece una copia estudiantil de Fallen