
El resto del elenco pasa sin pena ni gloria. Rachel McAdams queda relegada al típico rol femenino sin relevancia alguna que, aunque juega un decisivo papel en un instante crítico para Strange, no difiere en absoluto de sus contrapartes en el UCM. Chiwetel Ejiofor, como Mordo, tiene uno que otro destello como el recto hechicero de espíritu inquebrantable que cree que Strange merece una oportunidad por su insistencia y habilidades natas. De cualquier manera, la mayoría de sus intervenciones lo dejan como el compinche del protagonista y nada más que eso.
Si bien Doctor Strange es una reiteración más de la infalible fórmula de Marvel, el aspecto visual es lo que claramente la hace resaltar de entre las demás. Los efectos especiales al estilo El Origen que ha desplegado la producción son verdaderamente impresionantes. La manera en que estos juegan con nuestra mente y percepción encajan a la perfección con el intrincado mundo que nos presentan. La presentación de la Dimensión Espejo y la Dimensión Oscura permiten a los artistas digitales lucirse con una serie de imágenes hipnóticas que nos dejan en claro que todavía hay algo de imaginación al momento de implementar este tipo de técnicas.
Algo más que vale la pena destacar es el intento que Derrickson y sus guionistas han hecho por darle cierta profundidad a la trama. Con algunas cuestiones filosóficas de por medio, el viaje de Strange para convertirse en defensor de nuestra dimensión es uno que le dará las armas para despojarse de su vanidad y egocentrismo. El verdadero antagonista de Strange es él mismo, pues su inicial falta de fe y egoísmo resultan más poderosos que cualquier hechizo de Kaecilius. Las enseñanzas de la Ancestral son igualmente bienvenidas, y es que su discurso sobre cómo hay que sacrificar algunas cosas por el bien mayor son precisamente las enseñanzas que significarán el punto de gira en la vida del médico vuelto hechicero.
Doctor Strange es un festín visual con algunos señales de un intelecto mayor en su trama. A pesar de los vicios con los que Marvel se empeña a trabajar, la fórmula ha sido exitosa una vez más y en esta ocasión ha abierto la puerta a un sinfín de mundos dentro de otros mundos que indudablemente jugarán un papel interesante en la continua evolución del UCM. El Hechicero Supremo es una grata inclusión a esta enorme narrativa y no podemos esperar para verlo interactuar de lleno con los Vengadores y desplegar todo el potencial de sus poderes, cosas que seguramente llegarán en Infinity War, o quizá antes, como así lo sugiere la singular escena a la mitad de los créditos.