Para sorpresa de absolutamente nadie, el remake live-action de Blanca Nieves (Snow White, 2025) es otra abominación mayoritariamente animada de Disney que demuestra una vez más que el estudio está empeñado en destruir sus clásicos con versiones nuevas desprovistas de entretenimiento, gracia y, sobre todo, alma. He aquí otra película que, independientemente de que sea