“No lo ves porque estás dentro del sistema”, vocifera una de las hijas de un hombre que, efectivamente, ha sido absorbido completamente por un régimen totalitario, convirtiéndose, inadvertidamente, en un perpetuador de la misoginia, la violencia y la represión. En La Semilla del Fruto Sagrado (Dāne-ye anjīr-e ma’ābed, 2024), tal y como asemeja en su