Yorgos Lanthimos fue labrando su carrera como un provocador con películas propulsadas por lo incómodo y lo grotesco, sacando a relucir una marcada perversidad y oscuridad de personajes aparentemente ordinarios. El salto a Hollywood transformó esa incomodidad en excentricidad, lo que dio como resultado algunos trabajos sumamente interesantes, unos más convencionales que otros, pero ciertamente