Después de una breve pero alucinante secuencia de créditos —que funciona como una especie de prólogo— en El Asesino (The Killer, 2023), David Fincher regresa al neo-noir, subgénero en el que nos ha entregado sus más grandes obras [Seven (1995) y Zodiaco (Zodiac, 2007)]. Al verla, posiblemente, quede una sensación de que se trata de una película