“Cuando la felicidad llama, hay que abrirle la puerta”, declara la supervisora de la empresa de tecnología que acaba de confiarle a Alma (Maren Eggert), la protagonista de El Hombre Perfecto (Ich bin dein Mensch, 2021), un robot humanoide diseñado, aparentemente, para ser el hombre que “ha estado buscando toda su vida”. La frase supone