Mientras el juez Rostegui (Àlex Brendemühl) realiza el humillante interrogatorio a Ana (Amaia Aberasturi), el enviado del rey señala con prontitud todos las signos que, según él, confirman que la joven es una bruja. Una sonrisa perversa, una posición obscena de las piernas, los cánticos “demoniacos”… Y la lista sigue. Akelarre podrá situarse en 1609,