En el 2017, decenas de nazis, simpatizantes de la ultraderecha y supremacistas blancos salieron a las calles de Charlottesville, Virgiina, para reclamar su derecho de, en pocas palabras, ser racistas. La imagen de estos hombres marchando, portando antorchas tiki y ondeando banderas confederadas y nacionalsocialistas parecía extraída de un filme de Tarantino; tristemente, la realidad,