Mientras intenta asimilar la muerte de su esposo e hijo, víctima de un atentado terrorista, Katja (Diane Kruger) se topa de frente con uno de los cánceres que carcomen a la sociedad de sus entrañas: el racismo. Al estar convencida de que sus seres queridos fueron asesinados por un grupo de neonazi, su sorpresa y