La venganza debe de ser disfrutada, acariciada y planeada de la manera más pulcra posible. En tiempos en los que todo debe de ser políticamente correcto, la justicia ha ocupado su lugar y, con ello, suplantado el inconmensurable poder de aliviar nuestro dolor por cuenta propia, una visceral necesidad humana perteneciente a nuestro lado más