Al punto de las 9 de la noche, las luces del Palacio de los Deportes se apagaban dejando escuchar un tremendo estruendo de excitación que se hizo sentir en cada rincón del inmueble. Una cortina cubría todo el escenario y un láser color verde comenzaba a proyectar diversos mensajes de bienvenida en español: “¿Cómo están?”,